jueves, 24 de diciembre de 2015

Feliz Navidad y muy Heroico y Próspero 2016


Queridos lectores y seguidores de mi Blog “Sé tu mejor versión”, que es también el vuestro:

Os deseo una feliz Navidad, para poner un luminoso broche final a este heroico año 2015, y sea cual sea vuestra circunstancia, que viváis este día en la mejor de las compañías, que es la de vuestro Ser Interior, vuestro mejor y más fiel amigo y compañero, aquel que jamás os abandonará porque siempre estará a vuestro lado.
Agradecedle por ello y gozad de su amistad y de su aliento en cada momento de vuestra existencia; ello hará de vuestra vida una aventura inolvidable.






Os deseo igualmente que os convirtáis en vuestra mejor versión, poco a poco, día a día, sin renunciar a esta meta por difícil que sea el camino, pues sin duda el premio merecerá la pena.
Y recordad, Héroes y Heroínas de vuestra propia vida, que la verdadera heroicidad consiste en atreverse a ir más allá de todo lo que hemos sido hasta ahora para convertirnos precisamente en la mejor y más auténtica versión de nosotros mismos. 






¡Per Aspera Ad Astra! ¡por Lo Áspero Hasta Las Estrellas!





Manuel Marques

Coach para el Camino del Héroe


sábado, 12 de diciembre de 2015

El Camino atemporal del Héroe


La experiencia de convertirnos en nuestra mejor versión


Voy a proponerte a ti, que me estás leyendo, una metáfora para introducirte en una experiencia atemporal llamada el Camino o Viaje del Héroe: Imagina una mina de carbón; entras en ella, abriéndote paso en la oscuridad, hasta llegar a donde te lleva una luz, tenue al principio, más brillante a medida que te acercas... ¡bella y resplandeciente cuando al fin te encuentras frente a ella! Es un brillante diamante, el tesoro de tu autenticidad, el don que te hace único, y con el cual sales, con tus manos repletas de ellos, a la luz del sol, para iluminar las noches oscuras del mundo que dejaste atrás.




Esta metáfora nos habla directamente al alma y al corazón, como hacen todas las metáforas, y lo hace a través de nuestra intuición, función que gestiona el hemisferio derecho del cerebro.
De la misma manera que el carbón acaba por transformarse en diamante, tras un proceso que dura miles de años, nuestra personalidad, tímido vehículo de expresión de nuestra verdadera humanidad, se transforma en un espejo brillante que refleja todo nuestro potencial como seres humanos hecho realidad.
Para ello hemos de realizar un proceso de limpieza de todos los condicionamientos, mentiras y “debes” que nos encadenan a ser solamente personas “socialmente correctas”, mediocres, y perfectamente adaptadas a un paradigma social que exalta el conformismo y niega lo mejor de nosotros mismos.




Una semilla, destinada a dar nacimiento a un gran árbol, de tronco alto y recio, y ramas amplias y frondosas, plantada en una pequeña bandeja y regado con una cantidad de agua equivalente, manipulado para que no sobrepase su pequeño tamaño, dará lugar a un pequeño bonsai. ¡Y esto es también una metáfora de lo que nos sucede a nosotros!




Revertir este proceso y reconquistar nuestra verdadera grandeza como seres humanos es ponerse en marcha y recorrer el Camino del Héroe.
La mitología universal recoge un sinfín de historias épicas cuyos protagonistas son héroes y heroínas que se enfrentan a desafíos aparentemente imposibles, superándolos con valentía, inteligencia y determinación, y sirviéndonos en última instancia -pues ese es su propósito- como ejemplo para todos nosotros.

"El camino común de la aventura mitológica del héroe es la magnificación de la fórmula representada en los ritos de iniciación: Separación; Iniciación; Retorno, que recibe el nombre de Mito Universal del Héroe.
El héroe inicia su aventura en el mundo de todos los días hacia una región de prodigios sobrenaturales, se enfrenta con fuerzas fabulosas, y gana una victoria decisiva; el héroe regresa de su misteriosa aventura con la fuerza de otorgar dones a sus hermanos.”

Joseph Campbell, de su obra el héroe de las mil caras (1959)

Abandonamos el mundo ordinario, es decir, nuestra zona de seguridad o de comodidad, para adentrarnos en el mundo mágico donde todo es posible; se trata de la zona de incertidumbre y aprendizaje, en la cual descubriremos todo el potencial y las capacidades que permanecen latentes en nuestro interior.
Para conseguirlo habremos de enfrentarnos a nuestros condicionamientos, y con ellos también a nuestros miedos, que aparecen precisamente cuando intentamos ir más allá los límites que hemos aprendido durante nuestra vida.




Y aún hemos de hacer frente a algo más... En lo más profundo de nuestro mundo interior nos aguarda pacientemente aquello que hemos rechazado de nosotros mismos; rasgos de carácter, talentos, anhelos, sueños largo tiempo olvidados, dolores que hemos ocultado para que no salgan a la luz, todo aquello que nos avergüenza... Y esto tiene un nombre: Nuestra Sombra.




Reconocerla como parte nuestra y convertirla en una valiosa aliada para superar los desafíos de nuestra vida parte de la experiencia, y de ello trato en otros artículos:

¡Y aquí es donde surge la figura del héroe! Aquel que se enfrenta a sus mayores miedos, a obstáculos aparentemente insuperables, y a límites que nunca antes había roto, triunfando sobre ellos, es el héroe de esta magnífica aventura que es su propia vida.

"Ser héroe consiste en ser uno, uno mismo. Si nos resistimos a que la herencia, a que lo circunstante, nos impongan unas acciones determinadas, es que buscamos asentar en nosotros, y sólo en nosotros, el origen de nuestros actos,
Cuando el héroe quiere, no son los antepasados en él o los usos del presente quienes quieren, sino él mismo. Y este querer él ser él mismo es la heroicidad.”

José Ortega y Gasset, meditaciones del Quijote (1914)





Puedes saber más sobre el sentido y el significado de ser héroe leyendo estos posts:

Finalmente regresa a su vida cotidiana, pero la persona que lo hace no es la misma que se fue un tiempo atrás; tiene una mirada diferente, camina de otra manera, es más firme y decidido, y al mismo tiempo más paciente y tolerante con aquello que anteriormente le hacía enfadar; sus sueños son ahora realidades en proceso de manifestación, no meras ideas que caen que se permite que caigan en el olvido. En definitiva, transmite una energía diferente, más positiva y poderosa.
Y con ella contribuye a mejorar el mundo al cual acaba de volver. Y así es como se cierra el círculo del Camino del Héroe. Su recorrido comprende doce pasos, desde el comienzo en el mundo de cada día, hasta el regreso a éste llevando un don para compartir con él, pasando por todos los desafíos del viaje de ida y retorno. 
 





Aquí puedes leer uno a uno sobre los Doce Pasos del Camino del Héroe:

Y todos aquellos que han vivido la experiencia antes que nosotros han dejado señales a lo largo del camino para que no nos perdamos y lleguemos con bien hasta el final, cumpliendo con el objetivo de rescatar nuestra autenticidad, nuestro potencial y nuestro legítimo poder.

"Por lo demás, ni siquiera tenemos que aventurarnos solos, pues los héroes de todos los tiempos lo han hecho antes que nosotros. El laberinto es exhaustivamente conocido.
Sólo debemos seguir la huella del paso del héroe, y donde habíamos pensado hallar una abominación, encontraremos un dios. Y donde habíamos pensado matar a otro, nos mataremos a nosotros mismos. Donde habíamos pensado viajar hacia el exterior, llegaremos al centro de nuestra propia existencia. Y donde habíamos creído estar solos, estaremos con todo el mundo.”

Joseph Campbell, divulgador del arquetipo del héroe universal





  
Y llegados a este punto, me gustaría hacerte tres preguntas, para que puedas respondértelas tú mismo, y así saber si estás preparado para convertirte en el héroe de tu propia vida:

1ª) ¿Siento que puedo ir más allá de todo lo que he sido hasta este momento?

2ª) ¿Cuál sería mi gran contribución al mundo?

3ª) Cuando llegue el final de mi vida, ¿qué mensaje positivo deseo dar como enseñanza a los demás?

Para concluir este artículo, me gustaría compartir contigo esta magnífica cita del maestro Campbell que retrata a la perfección la grandeza y utilidad de todos los héroes que en el mundo son y han sido:

"Los héroes son personas que han triunfado tras superar todas las limitaciones humanas, como guerreros, chamanes, sanadores, santos y sabios. Todos ellos han inspirado, protegido, servido e iluminado a otros, y sus vidas se alzan como monumentos al gran potencial que reside en todos y en cada uno de nosotros.”

¡Porque ser Héroe es atreverse a ir más allá de todo lo que hemos sido hasta ahora para convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos!






Manuel Marques

Coach para el Camino del Héroe

miércoles, 2 de diciembre de 2015

Los límites entre el Amor y la Dependencia Emocional


Claves Prácticas para poner fin a la Dependencia Emocional


De nuevo damos la bienvenida a Miriam Martín Canales, Psicóloga y Terapeuta, quien colabora en este blog con otro interesante y práctico artículo:

En el artículo de hoy quiero tratar un tema bastante controvertido, los límites entre en el amor y la dependencia en las relaciones de parejas.
La dependencia emocional es una de las adicciones sin sustancias que más demandan ayuda a profesional.




¿Sientes que no puedes vivir sin la otra persona? ¿Los sentimientos de ansiedad se apoderan de ti cuando no está cerca? ¿Aceptas actitudes intolerables por miedo a perderla? Si has respondido que si a algunas de estas preguntas tienes un problema que se llama dependencia emocional.
Ser dependiente emocional significa sentir que necesitas a otra persona para que tu mundo no se derrumbe y también significa que tu niño interior tiene un hambre de amor que es capaz de saciar a cualquier precio.

Factores que predisponen a la dependencia emocional:

Un apego inseguro en la infancia: Hay investigaciones que han llegado a la conclusión de que se puede predecir el nivel de ajuste en las relaciones adultas en función de la historia afectiva que una persona ha vivido en su infancia.
En los primeros años de nuestra vida nuestro cerebro es sumamente maleable y es aquí donde aprendemos patrones que nos afectarán, sin necesidad de ser conscientes de ello, a nuestra vida adulta.



Un estilo de apego inseguro se desarrolla cuando nuestros padres o cuidadores solo estaban disponibles para nosotros en ciertas ocasiones y además estás ocasiones no corresponden a ninguna norma lógica.
Hay que tener en cuenta que es en la infancia donde aprendemos a relacionarnos con los demás y si aprendemos un patrón inestable y dependiente será lo que representaremos en la edad adulta.

Educación recibida y factores socioculturales: Tanto la educación que recibimos acerca de cómo deben ser las relaciones tanto la cultura en la que vivimos van a influir en la manera en la que posteriormente viviremos estas relaciones. Si nos inculcan que no somos completos si no encontramos a una persona que nos quiera y vivimos en una sociedad que da mucha importancia al matrimonio es más probable que desarrollemos relaciones de dependencia que si ocurriera el caso contrario.



 
La relación con esa pareja: En relaciones turbulentas con altibajos emocionales es más probable que uno o ambos miembros desarrollen dependencia hacia la otra persona por la propia dinámica adictiva de la relación.

¿Amor o dependencia?:

Muchas personas confunden el amor con la dependencia creyendo que si sufren por una persona es porque la aman con locura, lo cual muchas veces está bastante lejos de la realidad.
  
Por ello es importante aprender a detectar los síntomas que nos indican que eso no es amor, es dependencia.

Síntomas:

  • Nuestra autoestima está en manos de otra persona. Si esa persona la cuida nos sentiremos bien, sin embargo si no la cuida sentiremos que somos seres horribles. Poner la autoestima en manos de los demás es algo bastante peligroso.
  • Nos sentimos terriblemente mal solo con imaginarlos la vida sin la otra persona, sentimos que sin él/ella no valemos nada y que nuestra vida sería horrible.
  • Tenemos un inmenso miedo a la soledad.
  • Sabemos que nuestra relación va mal, sin embargo nos sentimos incapaces de romperla.
  • Podríamos utilizar cualquier tipo de táctica y manipulación antes de perder a la otra persona.
  • Sentimos ansiedad cuando esa persona no está cerca o frente a situaciones en la pareja que se escapan de nuestro control.

En definitiva, cuando nuestra felicidad comienza depender casi exclusivamente de otra persona debemos reconocer que tenemos un problema. Esto para muchas personas no es algo fácil de enfrentar sin embargo aceptar la situación que estamos viviendo es el primer paso en el proceso de cambio.


 

De esta forma la persona cada vez se queda más sola teniendo como único punto de apoyo a su pareja y por tanto aumentando aún más su dependencia.

La buena noticia de todo esto es que la dependencia se puede superar, para ello se puede empezar por seguir estos pasos:

  1. Dejar de autoengañarnos y admitir que el problema existe
  2. Reconocer los daños que está causando este problema tanto en tu vida como en la de los que te rodean.
  3. Comenzar a trabajar tu autoestima y tu independencia de manera progresiva.
  4. Contar tu problema a algunas personas de confianza (que seguramente ya se habrán dado cuenta de él) y apoyarte en ellos.
  5. Y por supuesto si sientes que todo esto se te va de las manos, solicitar ayuda de un profesional.

Miriam Martín Canales

Psicóloga & Terapeuta, http://psicorumbo.com/




 

Si quieres leer otro artículo de Miriam, aquí tienes el link:


sábado, 21 de noviembre de 2015

Cómo gestionar la culpa


Claves Prácticas para poner fin a la culpa en tu vida


Damos la bienvenida a Míriam Martín Canales, Psicóloga y Terapeuta, quien nos escribe desde España, inaugurando las colaboraciones de diferentes profesionales del Desarrollo Personal para Sé tu mejor versión, y nos comparte un interesante artículo sobre la culpa; qué es, tipos, consecuencias, y cómo gestionarla:

La culpa es uno de los sentimientos más complejos y difíciles de gestionar del ser humano. Sin embargo solemos ignorarlo bastante más de lo que merece. Hablamos del miedo, de la tristeza. Pero ¿La culpa? ¿Dónde queda la culpa?




La culpa es una respuesta emocional provocada por alguna vivencia pasada en la que concluimos que debíamos habernos comportado de una manera diferente a la que lo hicimos, ya que interpretamos que nuestro comportamiento (o nuestro no comportamiento) fue responsable que una serie de daños que se podían haber evitado.
Al igual que todas las emociones la culpa está cumpliendo una función adaptativa que hace que esta se haya mantenido a lo largo de la evolución del ser humano.
Esta función consiste en castigar actuaciones, pensamientos, etc… que se alejan de nuestros valores y empujarnos a reflexionar sobre aquellos actos que independientemente de las razones que sean, han causado algún tipo de daño a nuestro alrededor.
El problema es cuando lejos de cumplir su función adaptativa, el sentimiento de culpa se queda estancado, anclado a un momento vital o a una situación determinada, paralizándonos, anclándonos en el pasado, condicionando nuestro presente y atormentando nuestro futuro.




La culpa puede manifestarse tanto de manera consciente como inconsciente:

  • La culpa consciente: Sabemos que nos sentimos mal por una determinada acción (o por una determinada no acción), sin embargo no somos capaces de dejar de darle vueltas al tema.
  • La culpa inconsciente: No tenemos conciencia de que estamos sintiéndonos culpables, sin embargo este sentimiento nos estanca y no nos permite avanzar hacia nuestras metas

La culpa consciente es la más fácil de trabajar, ya que al tenerla identificada es más sencillo sacarla fuera, trabajarla, deshacernos de ella.
Sin embargo, ¿Cómo vamos a trabajar un sentimiento de culpa cuando ni siquiera somos conscientes de su existencia?

¿De qué maneras puede manifestarse la culpa?

La culpa inconsciente puede manifestarse de diversas maneras:

  • Baja autoestima: Cuando nos sentimos culpables en cierta manera nos auto-castigamos y nos tratamos como si no fuéramos dignos de amor o de respeto. A su vez permitimos que los demás nos traten como tal, afirmando de esta manera nuestra baja autoestima. Si los demás me están tratando así será porque es lo que me merezco ¿No?
  • Auto-sabotaje: Cuando estamos a punto de lograr algo que queremos y por lo que estamos luchando y de repente nos auto-saboteamos a nosotros mismos (No nos presentamos a la oposición, volvemos a una relación que sabemos que no nos conviene, etc…). Pensamos que no nos lo merecemos que no nos merecemos algo mejor, que no nos merecemos el éxito e inconscientemente vamos saboteando nuestros logros.




  • Síntomas psicosomáticos: Nuestro cuerpo es muy sabio, y en ocasiones se encarga de manifestar lo que nosotros reprimimos. Así que si tienes síntomas que tu médico no sabe explicar probablemente sea conveniente indagar sobre si hay alguna emoción reprimida que pueda estarlos causando.
  • Auto-destrucción: Drogas, relaciones tóxicas, cualquier tipo de adicción, conductas peligrosas como conducir bebido o a mucha velocidad, etc… también pueden estar siendo un mecanismo de escape de ti mismo y de tu propia emoción de culpa.

¿Cómo gestionar el sentimiento de culpa?

El primer paso para gestionar la culpa es detectarla, probablemente seas capaz de hacerlo tú mismo utilizando la introspección pero también es probable que necesites ayuda profesional para ello. No temas en pedirla si lo consideras apropiado, porque deshacerte de la culpa será quitarte una gran losa que quizás lleves arrastrando demasiados años.
Una vez que hayas detectado qué es lo que te está haciendo sentirte culpable puede serte muy útil alguna de estas estrategias:

  1. Reelabora la situación: Imagina que eres un observador externo y estás viendo desde fuera la situación/actuación, etc… que te genera ese sentimiento de culpa. Sin embargo, el protagonista de esta película no estás siendo tú si no otra persona de tu mismo sexo y edad similar a la tuya. ¿Qué piensas de esta persona? ¿Qué sentimientos te genera?
  2. Aprende a relativizar: Cuando nos sentimos culpables pensamos que hemos hecho algo horrible y que merecemos ser castigados por ello. Pero ¿Realmente nos merecemos eso? ¿Realmente lo que hemos hecho es tan horrible? ¿O quizás estamos exagerando? ¿Cuáles eran nuestras intenciones? ¿Por qué tomamos esa decisión? ¿Realmente queríamos hacer daño? ¿Hubiéramos hecho lo mismo si contáramos con toda la información?
  3. Convierte la culpa en responsabilidad: Somos humanos, es decir, seres imperfectos que cometemos errores. Cometer errores y hacernos responsable de ellos es una excelente manera de aprender y evolucionar en nuestro desarrollo personal, sin embargo culparnos y martirizarnos por esos errores es una excelente manera de estancarnos.
  4. Habla de ella: Cuando nos sentimos culpables por algo no nos gusta hablar de ello. Bien sea porque nos avergonzamos o porque al recordarlo nos sentimos mal. Sin embargo hablar sobre aquello de lo que nos sentimos culpables reduce considerablemente el peso de la culpa. No me refiero a se lo cuentes a todo el mundo ni a que hables de ello a todas horas, si no a que no te lo guardes para ti mismo y seas capaz de hablar sobre ello al menos con una persona de confianza.
  5. Observa si la culpa está cumpliendo alguna función que está impidiendo que desaparezca: La culpa puede estar cumpliendo alguna función como puede ser mantenerte dentro de tu zona de confort y evitar que afrontes determinadas situaciones o emprendas determinados cambios.  En el caso de que así sea es importante detectar que es lo que la culpa te está permitiendo evitar y enfrentarte a ello.




En definitiva, la culpa es una de las emociones más difíciles de detectar y gestionar, sin embargo es necesario aprender a manejarla si no queremos que sea ella la que nos maneje a nosotros.

Si deseas ampliar y profundizar en este tema tan crucial para nuestra felicidad, aquí puedes leer más:



Míriam Martín Canales

Psicóloga & Terapeuta, http://psicorumbo.com/





sábado, 7 de noviembre de 2015

El Miedo y la Culpa, enemigos de nuestra Felicidad, 2ª Parte


Los Adversarios más mortíferos en el Camino del Héroe


Sé bienvenido a esta segunda parte del trabajo sobre el Miedo y la Culpa, nuestros mayores adversarios en el camino hacia nuestra felicidad.
Ellos representan a los jueces y verdugos que nos convierten en víctimas de nosotros mismos, de la circunstancias, de la vida... Sin embargo, nosotros somos por libre elección los Héroes y Heroínas de nuestra propia vida, decididos por tanto, a liberarnos de tan nefasta e injusta condena a la infelicidad.





Todos los Héroes y Heroínas que en el mundo son y han sido, luchan contra esta horda de miedos inventados por nuestra mente, un elemento prodigioso, maravilloso, pero profundamente manipulado, y que al no saber utilizar se ha vuelto en nuestra contra.
Y para triunfar sobre ellos es necesario que recuperemos nuestro legítimo Poder, un Poder con mayúsculas que nace y se manifiesta desde nuestro interior; dicho en pocas palabras, hemos de empoderarnos, tal y como explico en estos artículos:




El Miedo se manifiesta como inseguridad, resistencia a correr hasta el más mínimo riesgo, y una obsesión por permanecer a toda costa en los estrechos límites de nuestra Zona de Seguridad y Confort, lejos de cualquier posibilidad de hacer magia en nuestra experiencia vital, o sea, de hacer posible lo aparentemente imposible.




La Culpa es aún más limitante y destructiva, y se traduce como un profundo -y muchas veces inconsciente- sentimiento de no merecimiento...




Y este sentimiento se manifiesta como autocastigo, autosabotaje, y una voluntad, tan fuerte como nefasta, de renunciar a cualquier oportunidad de avanzar y mejorar en nuestra vida. 




Cuando nos sentimos culpables nuestro horizonte de vida se torna gris y desolado, profundamente inquietante; y en los casos más extremos la autodestrucción parece el único camino a seguir.




O al menos eso pensamos, equivocadamente, pues el errar es humano, y el aprender de ello nos hace evolucionar; por tanto, la culpa es amiga y aliada de la muerte en vida, del vivir sin vivir... Y la Responsabilidad lo es del aprendizaje y de la vida consciente, plena y de éxito.




Hemos de saber que detrás del Miedo y de la Culpa se halla el Dolor; un Dolor que puede ser propio, heredado de la familia, o aprendido -o impuesto- por el entorno y por el paradigma dominante.




Este dolor puede convertirse, y de hecho así -en mayor o en menor medida- en la inmensa mayoría de los seres humanos, es un verdadero tirano del vivir cotidiano, un ser inmundo, parásito de la psique de la persona, a la cual tortura haciéndole repetir una y otra vez las situaciones que más le angustian o le frustran, para alimentarse de sus reacciones emocionales.
Es el Cuerpo Dolor, descrito con tanto acierto y detalle por Eckhart Tolle en sus trabajos. 





En la Sabiduría Atemporal se le representa como el Dragón que secuestra a la Dama, y al cual mata el Caballero San Jorge. ¡Y todos estamos llamados a ser como San Jorge, emulando su hazaña para matar al funesto Dragón que tiraniza nuestras vidas!




El Dragón, representación de los pensamientos, sentimientos y emociones de más baja vibración de nuestra psique, actúa por voluntad propia, y para su único y exclusivo beneficio, haciendo de la vida de la persona donde existe una terrible experiencia.
La Dama simboliza la psique, o sea y principalmente, nuestros sentimientos, prisioneros en un estado psicológico de miedo y/o de culpa.
El caballo es el Instinto, puesto al servicio de la Voluntad del Ser, representado precisamente por el Caballero San Jorge, quien mata al Dragón maldito clavándole -y por una razón específica- la lanza en las fauces, es decir, en la boca, ¿y por qué?
Porque por la boca hablamos, y el habla es el lenguaje, creador de nuestra realidad, pues cada palabra que pronunciamos dentro o fuera de nosotros, lleva consigo una carga emocional, positiva o negativa, que es precisamente la que arregla los acontecimientos para hacer que todo suceda en nuestra vida.
Y es sabido que quien siente miedo o culpabilidad no deja de repetírselo continuamente, hasta hacer de ello el discurso dominante de su vida, y el único decreto a cumplir.

Disponte pues, ¡oh Héroe o Heroína de tu propia vida!, ahora que conoces al feroz Dragón del Miedo y la Culpa, a darle la muerte que se merece, pues como bien nos legó como enseñanza Joseph Campbell, divulgador del Arquetipo del Camino del Héroe:

Al atesorar, al que en nosotros quiere quedarse, aferrarse, debemos matarlo.”


Manuel Marques

Coach para el Camino del Héroe

Si deseas leer la primera parte de este trabajo, aquí tienes el link:


domingo, 1 de noviembre de 2015

El Miedo y la Culpa, enemigos de nuestra Felicidad, 1ª Parte


Los Adversarios más mortíferos en el Camino del Héroe



Si existen dos grandes obstáculos para alcanzar la felicidad que todos merecemos por derecho de nacimiento, estos son, sin ninguna duda, el miedo y la culpa






Ellos representan las dos caras de la madre de las 10.000 cabezas de la mortífera Hidra de Lerna, la misma contra la que luchó el gran Heracles, Héroe entre los Héroes. 




El Mito nos relata como en el Segundo de sus Trabajos -según el orden tradicionalmente más aceptado- Heracles ha de cumplir la misión de acabar con la Hidra de Lerna, un terrible monstruo de 10.000 cabezas, todas ellas armadas de dientes afilados y venenosos, que vive en el corazón del pantano de la comarca de Lerna, atemorizando desde allí a todos los habitantes y viajeros de la región.

 


El entorno donde vive la Hidra, un pantano oscuro y maloliento, del cual emanan vapores mortíferos que envenenan a todo aquel que los respira, simboliza el lado más oscuro de nuestra mente, cargado de miedos, culpas, rencores, y pensamientos enrevesados, irracionales y asesinos.




La propia Hidra, con sus diez mil cabezas, representa los laberintos de la mente, intrincadas trampas que no llevan a ninguna parte, salvo hacia abismos sin fondo de los cuales es imposible escapar...




El valiente Heracles avanza decidido a cumplir con su misión, poniendo fin a la existencia de la monstruosa hidra, y para ello se adentra en el pantano, cubierta su nariz con un pañuelo, para no respirar el venenoso aire del lugar, que incluso a él puede matarle, acompañado de su fiel ayudante Yolao.
Cuando divisa a la Hidra apresta su arco, disparándole flechas de fuego para obligarla a salir de la seguridad de la cueva donde se esconde, pero no sirve de nada, porque el monstruo se niega a salir a la luz y luchar cara a cara, al igual que una parte profunda y malévola en cada uno de nosotros, cuando la enfrentamos en nuestro heroico proceso de crecimiento como seres humanos.
Así prosiguen los tres días siguientes, hasta que al fin la Hidra sale de su refugio a luchar cara a cara con el valeroso Heracles, que somos también cada uno de nosotros.
Desenvainando su espada, el héroe corta una tras otra de las cabezas de la Hidra, pero solo para ver, con miedo y asombro, como de cada cuello decapitado surgen dos nuevas cabezas, y así una y otra vez...
Sin embargo, un verdadero héroe no lo es solamente por su fuerza, sino también por su inteligencia, y así sucede que Heracles, viendo que esa lucha es inútil y que solamente puede conducirle a su propia muerte, tira su espada, y metiéndose en el pantano hasta la cintura agarra a la Hidra por abajo y levantándola en un esfuerzo supremo, la saca del pantano donde es poderosa para llevarla a la luz donde pierde todo su poder.
En ese momento cuando bajo los cálidos rayos de limpia luz, todas las cabezas mueren y caen exámines... ¡Todas menos una, la única realmente inmortal!
Cuando toma de nuevo su espada y de un tajo corta esta cabeza, muere entonces y para siempre la terrible Hidra del Pantano de Lerna.




La luz del sol, hasta la cual llevó Heracles a la Hidra, simboliza la Luz de nuestra propia Consciencia, nuestro Discernimiento o Inteligencia del Alma; solamente ella puede debilitar la fuerza de los engañosos tentáculos de la parte más profunda y patológica de nuestra psique, dejando al descubierto a la semilla, origen y centro de todos nuestros sufrimientos, limitaciones e impedimentos en la vida.
Y esta cabeza, madre de las 9.999 restantes, tiene dos caras, que nos miran fijamente, con ojos hipnóticos y profundamente malvados: Son el Miedo y la Culpa.
Son en apariencia similares, pero muy distintos, aunque su objetivo es el mismo: La destrucción de toda posibilidad de abrazar la felicidad.
El miedo puede frenarnos, e incluso paralizarnos; la culpa, sin embargo, nos paraliza desde el primer momento, allí donde estamos, matando nuestra alma y todos los sueños que deseamos hacer realidad.
Por la culpa matamos o hacemos matar, o nos dejamos matar sin oponer ni siquiera una simbólica resistencia.
La culpa es pues, la más peligrosa y mortífera de las dos caras de la Hidra, y la última en seguir planteando batalla cuando el miedo ha sido ya derrotado.
Y el miedo al que me refiero aquí no es el natural, el que funciona por instinto de supervivencia -el miedo a caerse y el producido por los ruidos fuertes y repentinos, según han demostrado los estudios científicos- sino el producto de la locura desbocada de nuestra mente, tanto de la individual, como la colectiva.




Una mente que fabrica miedos sin fin, miedos que nos persiguen y torturan, como siniestros y malévolos fantasmas, tal y como abordo en este artículo:

Miedo al ridículo, a qué dirán los demás, al éxito -el Complejo de Jonás descrito en psicología, directamente relacionado con la culpa- a salir de nuestra engañosa Zona de Confort y Seguridad -que es, irónicamente, el lugar más peligroso en estos momentos de cambio- miedo al error, miedo al dolor, miedo al miedo... Y una lista interminable de fantasmas insustanciales pero de una apariencia tan real ¡que creemos que son reales!




Muy bien, por hoy llegamos hasta aquí, en la segunda parte de este trabajo proseguiremos en nuestro duelo con el miedo y la culpa, los mayores y más despiadados enemigos de nuestra felicidad.

Manuel Marques

Coach para el Camino del Héroe