miércoles, 5 de octubre de 2016

Todos somos Batman, 2ª Parte


Como él, nos convertimos en héroes trascendiendo nuestra oscuridad


Batman es, a diferencia del resto de los Superhéroes, un ser humano, de carne y hueso como cualquiera de nosotros, dotado, eso sí, de una inmensa fortuna dedicada a la lucha contra el mal, y cuyo único superpoder, además de una voluntad, determinación y valentía extraordinarias, es el proporcionado por su Animal de Poder, el Murciélago.




Testigo presencial del asesinato de sus padres siendo un niño de apenas 8 años; en ese momento trascendental de su corta vida, tras vivir una experiencia que podría haberle destruido como ser humano, Bruce Wayne decide hacer de Gotham City una ciudad segura para sus habitantes, combatiendo el crimen y el delito en cualquiera de sus formas, allí donde surjan, sin piedad ni contemplaciones.
A partir de entonces comienza un duro entrenamiento físico y psicológico, con el propósito de convertirse en un verdadero adversario para cualquiera de los numerosos criminales que han hecho de la ciudad su territorio de caza; en ese momento se produce una hierofanía -lo divino, lo trascendente- hace acto de presencia, y un murciélago entra en su habitación por la ventana, revelándole quién será su gran aliado en esta heroica empresa.




De ahora en adelante, e investido del aspecto, cualidades y poderes del murciélago, Batman será el Vengador de la Noche, la criatura nocturna y oscura que acechará implacablemente al mal allí donde ose aparecer...




Para aprovechar todas sus oportunidades y triunfar en esta ardua lucha utilizará su riqueza, invirtiéndola en el diseño y fabricación de gadgets y otras herramientas con la tecnología más avanzada, las cuales suplirán la falta de superpoderes innatos o adquiridos, como por ejemplo la capacidad de volar de Superman o la fuerza sobrehumana del gigantesco Hulk.




Como superheroe sombrío, Batman encarna a la perfección un elemento que aterroriza a casi todos sus adversarios: La Noche y el Poder que late en la Oscuridad.




Como una versión actualizada de las antiguas Erinias de la Mitología Griega, que perseguían sin dar cuartel a aquellos que habían cometido crímenes, sin que ni siquiera el ruego de los dioses del Olimpo pudiera apaciguar su furia vengativa, así la presencia de Batman como defensor de la justicia y los derechos de los débiles frente a los desmanes de los malvados, actúa como la peor pesadilla para los señores del crimen y sus sicarios, quienes saben que la noche pertenece al Hombre Murciélago.




Para tomar posesión de este poder y poder manejarlo sin peligro para él mismo, Batman ha debido de asomarse al abismo de su propio miedo, sus dudas, sus culpas, al pozo sin fondo aparente de su profunda complejidad psicológica como ser humano y descender hasta alcanzar el corazón de su dolor.




Allí se ha enfrentado a todo aquello que hasta entonces ha negado y repudiado de sí mismo... Sus aspectos más terribles, vergonzosos y dolorosos, asumiendo para el resto de sus días que todo ello forma una parte inseparable de él mismo, y aprendiendo a extraer el enorme poder que en su Sombra para utilizarlo en nombre de una causa justa: Que el Bien impere sobre el Mal.




Esta Sombra interior tiene un fiel reflejo en el exterior en el personaje de Joker, el señor del crimen de Gotham City, el más cercano, inteligente y encarnizado de los adversarios de Batman.




Joker representa la antítesis de todas las cualidades de Batman, su contraparte perfecta y el más implacable de los maestros a lo largo de una larga serie de batallas sin descanso ni cuartel contra el mal:

"¿Por qué no me matas? -pregunta Batman a Joker, mientras está prisionero de él. ¿Por qué habría de hacerlo? Tú me complementas -le responde Joker.”


El propio carácter de Joker, burlón y descarado, contrasta con el de Batman, serio y reservado, mostrándole todo aquello que él no es.




El Hombre Murciélago vio la luz como personaje de cómic en mayo de 1939, como uno de los protagonistas de una historieta gráfica titulada “El caso del sindicato químico”, publicado en el nº 27 de la revista “Detective Comics” ; al año siguiente, en 1940, la gran aceptación entre el público le dio a Batman el derecho a asomarse al mundo desde su propia revista de cómic.




Los autores que le dieron vida fueron Bill Finger y Bob Kane, quienes trabajaban para la editorial DC Comics.
Desde entonces, en los albores de la II Guerra Mundial, hasta el día de hoy, el personaje ha evolucionado, tanto en su carácter y forma de actuar, como en su vestimenta, desde The Bat-Man de sus orígenes hasta el actual Caballero Oscuro.




Y han sido varios los personajes secundarios que le han acompañado en sus aventuras, como el fiel Robin y Catwoman.




He aquí un breve pero profundo estudio del más humano de los superhéroes, Batman, el Hombre Murciélago, quien aun llevando sobre si la pesada carga de su profunda herida y sus contradicciones humanas, ha sabido llevar -aunque sea en el universo paralelo de un mundo de ficción- un certero y poderoso rayo de luz en medio de la noche oscura de la humanidad.




Sirvan estas palabras del filósofo Friedrich Nietzsche como homenaje a Batman y al ejemplo que representa para todos nosotros, como héroes o candidatos a serlo, de nuestra propia vida, trascendiendo todas nuestras dudas, sombras, y contradicciones humanas:

"No luches contra las monstruos, conviértete en un monstruo. Si miras al abismo éste te devuelve la mirada.”


Si no has podido leer la 1ª parte de este trabajo o deseas volver a hacerlo, aquí tienes el link: http://encaminodelheroe.blogspot.mx/2016/09/todos-somos-batman-1-parte.html


Manuel Marques Robles

Mentor y Coach en el Camino del Héroe


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